Hablemos… de hablar
Me he encontrado con dos
extremos muchas veces cuando se trata del lenguaje en los niños pequeños.
Los papis que no les hablan
casi nada a los bebés, porque piensan que para qué llenarlos de palabras que
aún no van a entender.
Otros que les hablan de
absolutamente todo, y que ya incluso los pueden abrumar, y vienen a
preguntarme, con sus niños teniendo 1 año, “Miss, ¿por qué no habla?”.
Ningún extremo es
precisamente favorable, sin embargo, sí hay maneras de estimular el lenguaje a
tu bebé o tu niño pequeño, sin abrumarlo, sin ser necesariamente tu objetivo
que hable toda una serie de palabras, si no, que se comunique contigo.
Recordemos que el lenguaje y la comunicación son también parte del vínculo
afectivo con tu bebé, cuando le hablas, cuando repites los sonidos que hace,
cuando le sonríes mientras lo saludas y le preguntas si ha dormido bien, así
tenga dos días de nacido o dos años, igual la comunicación es parte del
refuerzo del vínculo afectivo con tu bebé, así no te entienda, va a disfrutar
de tu voz y de que le digas cosas, y poco a poco irá asimilando y entendiendo
esas palabras.
Existen muchas maneras
específicas para motivar el lenguaje, pero empezaremos por cuestiones generales
que nos pueden ayudar a comunicarnos y ayudar a hablar a los pequeños:
1. La comunicación debe ser de
dos vías desde el inicio: No es necesario que tu hijo ya sea un niño o niña
que
pueda comunicarse con palabras y decirte lo que le gusta y no le gusta. Desde que
nacen tienen que saber que nos comunicamos con ellos más allá de contarles lo
que vamos a hacer (no sólo decirles “ahora te voy a cambiar el pañal”). Desde
que nace tu bebé, tú haces lo posible por interpretar las señales no verbales
que te da, cuando llora o se fastidia, tú tratas de interpretar qué cosas
quiere. De eso se trata, de averiguar y tratar de interpretar lo que tu bebé te
puede estar comunicando. Si le hablas en este proceso y esperas una “respuesta”
de su parte (sea que te mire o que disminuya o incremente su llanto, o que
tenga algún tipo de reacción) el mensaje que le estás dando a tu bebé es que
crees que sí puede comunicarse contigo y que te interesa entender lo que te
quiere “decir”.
2. Usa tu voz auténtica y la
primera persona cuando le hables: Hay reacciones inciertas y opuestas en cuanto
al “baby talk”, el hablarle en un tono diferente al bebé es algo que muchas
veces no podemos evitar, pero hay tonos y hay tonos. No hay nada de malo en
variar nuestro tono de voz para hacerlo más dulce hacia el bebé, ni tampoco en
hacer “voces” para divertirlo, pero sí hay que tener cuidado en irnos demasiado
al extremo del “habla bebé”. Mientras mejor escuche las palabras bien
pronunciadas, lentamente, y le hablemos en primera persona (en vez de “mamá ama
a bebé” decirle “yo te amo”) es mejor no sólo para su desarrollo si no para su
entendimiento del lenguaje. Sin dejar de mencionar que el “baby talk” en muchos
adultos a veces se extiende hasta los niños pequeños que ya entienden palabras,
y a los niños que no están acostumbrados a esto, que otro adulto les hable en
esos tonos les hace sentir una falta de respeto. Lo mejor que podemos hacer es tener
presente que tu bebé es una personita que comprende, quizás aún no todas las
palabras, pero comprende los tonos que usas con él o ella y eso es lo que
imitará cuando comience a expresarse verbalmente (no sólo palabras, desde los
balbuceos).
3. Habla de cosas reales y
que tengan significado: En otras palabras, en vez de enseñar palabras, úsalas.
Es más entretenido que le des una pelota y lo ayudes a empujarla diciéndole “empuja
la pelota” o “rebota la pelota” “se fue la pelota roja” mientras juegas con él,
que si agarras la pelota en tu mano, se la señalas y le dices “pelota”. Tampoco
hay que irnos al otro extremo de narrar absolutamente todo mientras juegan,
pero hay momentos, y casi siempre tu pequeño, cuando quiera que tú comentes te
va a mirar, esperando alguna reacción de tu parte mientras está explorando el
juguete.
4. Lee libros y cuenta
cuentos de manera interactiva: ¿Qué quiere decir esto? Que leas para gusto de
tu pequeño. Ya en un post anterior te hablé de la repetición. En este caso no
es sólo la repetición de la misma historia todas las noches y de dejar elegir a
tu pequeño que ya puede elegir, qué quiere que le leas, si no también, quedarse
en una misma página el tiempo que tu pequeño quiera verla y hablar de todas las
cosas que ves en ella, mirar el libro de cabeza o no terminar la historia, o si
tu pequeño no quiere, no mirar siquiera el libro. Deja que tu pequeño(a) te
guíe a lo que esté listo para hacer, de esta manera no es obligación, y los
niños estarán motivados a desarrollar su gusto por los libros; esto llevará a
su gusto por usar el lenguaje.
Si eres más creativo también puedes
inventarte historias (eso sí trata de recordarlas porque puede que te pida
repetición de estas también) y contarle, de esta manera motivas su lenguaje y
mejoras tu vínculo afectivo.
5. Baja la velocidad: Los
adultos olvidamos esto muchas veces. Los niños entienden, pero debes hablarles
más despacio de lo que sueles hablar, de esta manera asimilan y escuchan mejor
las palabras que les decimos. Es como cuando hablamos con alguien que el
español no es su lengua nativa, pero lo entiende, si hablas despacio y
pronuncias bien, te va a entender y podrá responder. Lo mismo tu pequeño.
6. Relájate y ten paciencia:
Muchas veces la preocupación de los padres la sienten los pequeños y esto no les crea un ambiente muy cómodo para tomar grandes pasos en avanzar con su
desarrollo. Hablar requiere valor. Relájate, ten paciencia y confía en los
horarios internos de tu pequeño para estas cosas. Si tu pequeño no habla aún
pero no hay ningún problema físico ni ha habido ningún cambio fuerte que le
ocasione angustia, es posible que simplemente se esté tomando su tiempo.
Conozco niños de 2 años que decían pocas cosas o casi nada de palabras, pero
que no tenían ningún problema físico ni emocional y de pronto sus padres
describen que experimentan una “explosión” de lenguaje. En muchas ocasiones, si
ya hemos verificado que no hay ningún problema y los pequeños entienden lo que
decimos, resulta que simplemente se están tomando su tiempo. Si tienes dudas y
crees que tu niño está atrasado en más de un aspecto del lenguaje, entonces
consulta a un especialista de confianza. Consulta a su profesora (y ojo, una
profesora que conoce y quiere a sus pequeños nunca te va a decir: “tu hijo
tiene un problema de lenguaje” o “tu hijo está retrasado en su lenguaje”, aún
si resulta que su profesora es especialista de lenguaje, te va a recomendar que
lo lleves a que lo revisen, que quizás tenga algún inconveniente que le está
demorando el habla, la regla número 1 es, si no eres especialista no alarmar y
la segunda es que si lo eres, sabes qué recomendaciones dar sin asustar a quien
no maneja los mismos términos que tú)
7. Trata de no poner a prueba
ni corregir: Los niños se emocionan cuando empiezan a hablar y puede que usen
una misma palabra para referirse a las mismas cosas. Si tú eres consciente que
saben las diferencias entre no sé “oveja y perro” pero a ambas les dice perro
cuando está contando una historia porque una es la palabra que conoce mejor, trata
de no corregirlo, trata de en vez hacerle preguntas para que vea las
diferencias y que llame a las cosas por su nombre. Lo mismo si pones
continuamente a prueba poniendo al niño en evidencia como preguntando “¿dónde
está tu nariz?” o “dile a la abuelita cómo dices tortuga”, puedes ocasionar que
tu pequeño se sienta cohibido y no quiera decir las cosas. Si quieres verificar
sus conocimientos, usa canciones, usa imágenes, como jugando y cantando que
señale las partes de su cuerpo, o que recoja la figura que le estás diciendo el
nombre. Es una manera de incrementar su vocabulario, verificar si está
entendiendo lo que le tratas de enseñar sin hacerlo sentir que lo estás
poniendo a prueba si no que estás jugando o cantando con él o ella.
8. Balbucear es hablar:
Cuando los bebés o los niños pequeños parece que te están hablando cualquier cosa, menos palabras, usualmente sí se están comunicando, y para ellos son palabras,
así que ignorarlos o hacer balbuceos sin sentido de vuelta no es tan motivador
como decir “Me estás contando algo, ¿me estás hablando sobre el gato que acaba
de caminar por aquí? O “tienes muchas cosas que contarme hoy”. Hay que saber
diferenciar; si tu bebé recién está haciendo sus primeros sonidos, es bueno que
lo imites para motivar que los repita, que hagas tus propios sonidos para
motivarlo a intentarlos, pero si tu pequeño ya tiene cerca de un año a más, entonces
quiere comunicarse contigo y a su manera te está hablando. Si tú escuchas
asfajrasdfasjofa lsjfdlasja de tu pequeño que tiene un año y aún no dice más
que algunas palabras, en vez de repetirle los sonidos, tú conversa con él o
ella. Dile lo que has visto, o simplemente contéstale ¿ah sí? Si no se te
ocurre qué más decirle, pero es importante que sepa que quieres comunicarte y
que haces esfuerzo por entenderle.
Lo mismo va cuando tu niño te
dice cosas que tú piensas que no tienen un sentido en ese momento. Si tu
pequeño te dice “eta” por galleta y tú sabes que está lleno o que va a comer su
comida, en vez de decirle, “no vas a comer galleta porque ya vas a cenar” o “no
puedes querer galleta porque ya comiste”, trata de repetirle la palabra “¿estás
pensando en galletas?” espera por algún tipo de respuesta de tu niño y luego
dile “¿quieres comer galleta?”(espera igual) si tu niño te da alguna indicación
de asentir o que sí eso es lo que quiere pero tú sabes que ya le toca comer
puedes decirle: “Ahora toca cenar/almorzar, tu comidita, pero luego que la
comas te puedo dar una galleta” o si sabes que no tiene hambre puedes
contestarle “¿no quieres comer galleta? ¿Te gusta decir galleta?, sí es una
palabra divertida de decir. Sé que es un poco largo, pero estamos hablando de
niños que ya están empezando a expresarse y necesitan que hagamos un esfuerzo
por comunicarnos con ellos con respeto a lo que dicen y sienten. Esta es la
mejor manera de comunicarte en el día a día cuando simplemente están soltando
palabritas y están empezando a hablar algo más.
Me ha encantado el post y sobretodo la foto del principio, una manera perfecta de abrir el post, un beso guapísima
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