Hablemos de los hábitos de sueño y cómo formarlos para
ayudar a los pequeños a tener el suficiente descanso que necesitan sin que
pierdan su mañana y se duerman demasiado tarde por las noches.
Dos cosas muy importantes tenemos que tener en cuenta antes
de hablar de sugerencias de actividades para las rutinas.
A. LAS ASOCIACIONES AL SUEÑO SON INCREÍBLEMENTE FUERTES: La
naturaleza repetitiva de las acciones EXACTAS de papá o mamá (o ambos o quien
se encargue de la rutina de dormir del pequeño) es muy poderosa. No importa si
te paras de cabeza como primer paso de la rutina de dormir de tu bebé o tu niño
pequeño, siempre que lo hagas todas las noches como primer paso. Si tu rutina
es bañar a tu pequeña, que se cepille los dientes si ya está en edad de
hacerlo, que diga buenas noches al hermanito mayor y que le leas un cuento en
la mecedora antes de ponerla en su cama, entonces haz lo mismo EN EL MISMO
ORDEN cada noche. Lo que importa es que hayas creado una serie de pasos
confiables(a esto voy con que siempre sea lo mismo y en el mismo orden) antes
de ir a la cama que le digan a su cerebro y a su cuerpo que es hora de dormir.
B. EL PODER DE UNA RUTINA DE DORMIR NO ESTÁ EN LO QUE HACES
SINO CÓMO LO HACES: Justo después de la hora que tu pequeño suele cenar (digamos
a las 6 de la tarde). Toca música suave (de preferencia sin letras, sólo
instrumental y calmada) como jazz o música clásica que sea relajante y baja la
intensidad de las luces de la casa, si hay muchos focos en la sala o donde
suelen jugar o estar después de cenar, apaga algunos, o prende alguna lámpara
de voltaje más bajo en vez. Calma tu voz y tu energía (y de quien esté en casa
en esos ratos) y muévete más despacio. El periodo de relajación debe comenzar
por lo menos media hora antes de que sea hora de comenzar con su rutina antes
de dormir (OJO no con la hora de dormir sino de la rutina establecida o que
estás estableciendo). No puedes estar corriendo y apurándote con todo y luego
que tu pequeño caiga en la cama. El tiempo para llevarlos hacia el sueño es
importante. Si ya tu pequeño está acostumbrado a una serie de actividades, el
calmar las energías antes de realizarlas ayuda. Y si ya está acostumbrado a un
orden de actividades, siendo la última colocarlo en su cuna o su cama y decirle
buenas noches, ya cuando estés llegando a estas va a bostezar y acurrucarse
fácilmente para dormir.
Es muy importante que en la rutina termines llevando o
acompañando a tu pequeño a su cuna o su cama aún despierto, para que se duerma
sin estarlo arrullando. Porque los niños que duermen ya de corrido varias horas
en la noche, pueden despertarse a buscarte porque dormir solos no es un estado
biológicamente natural para ellos. Si tú has decidido que lo mejor para tu bebé
es que se acostumbre a dormir en su cuna o su cama en su cuarto, tienes que
llevarlo a esta aún despierto, porque si se acostumbra a que lo coloques ahí ya
dormido no va a entender si se despierta durante la noche, por qué no lo
arrullas o lo haces dormir antes de dejarlo de nuevo en su cama o cuna.
Teniendo en cuenta que tú sabes cómo es el carácter y
personalidad de tu pequeño y que a algunos el baño los calma mientras que a
otros los alborota y algunos necesitan ponerse a correr y saltar un rato antes
de empezar su rutina de dormir.
Mis sobrinos por ejemplo (4 años), necesitan ponerse a
saltar y tirarse uno encima del otro y poco más pararse de cabeza sobre los
muebles, antes de empezar la rutina de dormir y una vez que ya están cepillándose
los dientes se tranquilizan un poco, y luego de saltar un poco más en la cama,
una vez que se echan y toman su leche antes de dormir ya se calman, cosa que al
terminar la leche ya se les apagó el switch. (Pero si llega algo tarde su papá
y los encuentra aún despiertos es la emoción de que llegó papá y otra vez hay
que calmarlos je, je). Otros niños se re-energizan si se ponen a jugar muy
activamente antes de dormir. Cada niño es diferente y tú conoces a tu hijo así
que acá algunas ideas que puedes seguir para la rutina antes de dormir. Eso sí
no importa dónde comiences tu ritual, el final debe ser agradable y llevando a
tu pequeño a la cuna o a la cama, para que se sienta tranquilo y sienta que su
cuarto es un lugar para descansar, no el lugar a donde lo “desparecen” en las
noches. Si tu pequeño ya es algo más grandecito y estás empezando recién la
rutina y llora cuando te ve salir, dile que volverás en unos minutos y
cúmplelo, se sentirá más tranquilo sabiendo que estás cerca.
Aquí algunas ideas que puedes usa en tu rutina con tu pequeño, ojo no es para que uses todas, sino para darte ideas de algunas cosas que puedes hacer:
1. EMPIEZA TEMPRANO: Acá no me refiero sólo a la edad, que
también es genial que si puedes empezar
a una edad temprana lo hagas y
continúes con la rutina, pero acá me refiero a que empieces con una rutina y no
la interrumpas, no a las 10 de la noche, si no en que comiences a baja las
revoluciones de las actividades de la casa y tuyas, y por tanto de tus
pequeños, después de la hora en que cenen. Una vez que estén bien dormidos ya
puedes hacer con tu noche las actividades que desees, pero si tu pequeño ve
mucha actividad en la casa no quiere perdérsela y no querrá dormir temprano. Es
por esto recomendable que empieces a “calmarlo todo” a una hora razonable (la
mayoría de los niños pequeños duermen entre 7 y 8 de la noche) y te mantengas
en la rutina todo lo posible, así salgas, tratar de mantenerte en la rutina aún
fuera de casa.
2. EMPIEZA UNA RUTINA REGULAR: Vuelvo a decir: consistencia,
constancia. Y tratar de enseñarle a tu bebé la diferencia entre mañana y noche,
hora de levantarse y hora de dormir. Si aún es pequeño para entenderte con
palabras, empieza colocando su cuna junto a una ventana donde entre luz natural
a su cuarto. La luz natural ayuda a organizar su ritmo, y que las siestas las
tome también en su cuna con la cortina abierta para que cuando se despierte vea
la luz. Si tienes la mala suerte que el cuarto de tu bebé tiene una ventana a la
que da la luz de otro departamento o de un farol de la calle e ilumina su cuna
o su cuarto, entonces cierra las cortinas y ábrelas un rato antes que tu
pequeño se despierte, si te gana, ábrelas antes de sacarlo de la cuna, para que
vea que es de día. Si es menor de 4 meses o pesa menos de 5 ½ kilos
aproximadamente, aún necesita alimentarse durante la noche y no puede pasar las
7 horas que otros pequeños más grandes y de más peso que sí pueden pasar sin
alimento durante la noche; por lo tanto si tu pequeño está en menos peso o
menos edad, a la hora que lo alimentes durante la noche trata de que sea en
silencio, sin prender luces, sin canciones ni juegos, tú agarra su biberón. Si
lo vas a sacar de la cuna para que no asocie esta con los momentos de alimentarse,
igualmente hazlo con mucha suavidad y silencio, para que no se llegue a
despertar y poner alerta completamente otra vez. Diferencia las alimentaciones
del día con las de la noche, en el día cuando lo alimentes juega con él,
cántale. En la noche si hay que cambiarle el pañal, igualmente hazlo rápido y
sin estímulos como canciones o hablarle mucho, luego arrúllalo un momento y
vuélvelo a poner en su cuna, relajado pero aún despierto.
3. QUE GASTE ENERGÍAS: Puede ser el primer paso de la rutina
de dormir si tu pequeño necesita un
último rato de actividad antes de calmarse,
pero durante el día, tu niño necesita gastar energías, olvídate de los bouncers
y sillitas, de los andadores, salvo por ratos (y si puedes en vez de andador,
caminador), olvídate de mucho rato en el coche. Si no puedes estar con tu
pequeño en esos ratos de actividad y ya gatea, y no puedes ponerlo “libre”
porque no puedes estarlo vigilando que no vaya a donde no debe, aunque sea
ponlo en su corral con juguetitos, si ya gatea y puedes hacerlo que gatee por
toda la casa, ponle cojines, hazle túneles con cajas, si ya camina que salga y
trepe, que corra por el parque, lo importante es que gaste energías para que no
llegue la noche y esté con toda la energía acumulada que no lo va a dejar dormir.
4. AL AGUA PATO: En otras palabras, dale un baño. Si papá
llega ya cuando va a empezar o empezado el ritual de ir a dormir, que papá
aproveche ese rato para pasar un rato especial con el pequeño. Si a tu pequeño en vez de relajarle, los
baños lo aceleran o le fastidia, será mejor entonces dejarlos afuera del ritual
nocturno. En vez de eso acurrúquense con el pequeño o hagan un rato de mimos y
abrazos sin que se convierta en cosquillas o en algo que lo acelere nuevamente.
Puedes también leerle un rato.
5. OCUPARSE DE LOS "ASUNTOS": La rutina para estar listo para
dormir de tu pequeño, puede incluí lavarse cara y manos, cepillarse los
dientes, un cambio de pañal o un viaje al bacín (si está lo suficientemente
grande), y ponerse sus pijamas. Es importante empezara el hábito de lavarse los
dientes a una edad temprana así tu pequeño se acostumbra a hacerlo. Aquí un tip
para ahorrar tiempo (y un poco de engreimiento). Una vez que tu niño ya sea lo
suficientemente grande para tener preferencias sobre lo que se pone, déjalo
elegir qué pijamas quiere usar. Dale dos opciones y déjalo elegir una.
6. JUGUEMOS: Jugar un juego tranquilo en la sala o en el
suelo del cuarto de tu pequeña es una excelente
manera de pasar un rato
divertido con ella antes de ir a la cama. Los niños más grandecitos, pueden
disfrutar rompecabezas simples o juegos de cartas, y los más pequeños siempre
se pueden entretener con jugar “dónde está bebé” que escondes tu rostro o el suyo
con una mantita o un cojín y le preguntas “¿dónde está?”. El juego puede ser
tan sencillo como tomar turnos para decir el alfabeto o contando hasta 10. Lo
que entretenga a tu niña sin acelerarla demasiado está bien. Antes de que se
meta en la cama, esconde algo ahí para que lo encuentre, un juguete, una postal
o un objeto interesante, y luego hablen de ese juguete u objeto un rato. Sólo
asegúrate de llevártelo antes que dejes el cuarto de tu pequeña.
7. CONVERSEN: La hora de ir a dormir es una oportunidad para
los pequeños y sus padres de pasar un tiempo conversando. Hablen de la rutina
del día y pregúntale a tu pequeño sobre las mejores y peores cosas que le
pasaron a él, así como lo que sea que lo esté preocupando. Esto puede ayudarle
a solucionar ansiedades o miedos que pueda estar teniendo y le dejará tener una
mejor noche de sueño. También es el mejor momento para que rezar si tú así lo
deseas.
Claro que no tienes que esperar a que tu pequeño te pueda
dar una descripción detallada de los eventos de su día. Sólo convérsale sobre
su día hasta que él pueda contribuir a la conversación. Es una manera de
incrementar su vocabulario y relajarlo.
8. DECIR BUENAS NOCHES: Muchos niños ya a partir de los 2
años les gusta caminar alrededor del cuarto o la casa diciéndole buenas noches
a sus juguetes favoritos, a personas u otros objetos. Dejarlo pero saber
reconocer hasta cuándo, una cosa es que paseen y le diga buenas noches a algún
otro familiar que esté en casa o a un hermanito mayor, que no esté ya
durmiendo, o a la mascota, otra cosa es que le quiera decir buenas noches a
cada uno de sus juguetes, en este caso es posible que simplemente quiera
atrasar un poquito su hora de dormir.
9. LEER UN CUENTO: Junto con un buen baño, un favorito de
siempre en las rutinas a la hora de ir a la cama es leer un cuento. No sólo
ayudará al vocabulario de tu pequeño, pues los estudios muestran que las
habilidades del lenguaje e incluso la inteligencia pueden depender de la
exposición diaria de tu niño a un amplio vocabulario, sino que también se
beneficiará del tiempo que pase contigo en leerle el cuento.
Para un niño ya de 2 o 3 años, elegir un cuento cada noche,
para la hora de dormir es otra oportunidad de tener algo de control sobre la
rutina nocturna. Esto puede significar
que tengas que leer el mismo cuento por una semana o más pero le eleva la
autoestima y le hace sentirse importante el tener la posibilidad de elegir su
propio libro.
10. CANTA UNA CANCIÓN: Cantar una canción de cuna es una
manera comprobada de ayuda a un bebé soñoliento a quedarse dormido. Puedes
cantarle más canciones dentro del ritual para dormir pero cierra siempre con
una canción específica como su “canción de buenas noches”. Ya ellos aprenden a
reconocer esta como el final de la rutina para decir buenas noches.
11. PON ALGO DE MÚSICA: Empezar con un CD, cassette, o un
USB con canciones de cuna, música clásica u otra música favorita de tus niños
(música tranquila en volumen bajito) y luego dejarlo prendido cuando te vayas,
puede ayudar a calmarse a tu niño parra que duerma. Pero tratando que sea un
extra y no algo demasiado central de la hora de dormir para que no aprenda a
depender de sonidos o canciones para dormirse.
12. DEJA UNA LUZ PRENDIDA: Hablamos ya de niños a partir de
1 año y medio o 2 hasta los 5. Dale un último abrazo o acurrúcate por un rato
por última vez con él, dile buenas noches y apaga las luces, y, si deseas deja
una lamparita de noche suave. Muchos niños de esta edad se desorientan y se
asustan cuando despiertan en la noche en un cuarto completamente oscuro donde
no pueden ver nada; dejar una luz baja prendida puede ayudar bastante.
Lo principal es que tú conoces a tu pequeño y sabes qué le
puede funcionar y qué no, no hagas una rutina demasiado larga o demasiado
elaborada, acá hay algunos ejemplos de actividades, pero lo importante es la consistencia
que siempre hagas las mismas cosas en el mismo orden cada noche todas las
noches, aún si sales tratar de mantener la rutina en lo posible ayudará a tu
niño a tener un día más tranquilo, una rutina general más organizada y una
buena noche de sueño.
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