miércoles, 30 de octubre de 2013

La lectura y los pequeños. Cómo criar niños lectores

En esta generación, en que los chicos saben usar un Smartphone desde que tienen 1 o 2 años, y que hay tantos aplicativos que podemos descargar a una Tablet y que son educativos. En esta época, que en cable hay tantos programas maravillosos educativos para los peques de la casa, que dejamos a veces de lado un compañero de juegos y una herramienta genial para la imaginación: Los libros.
Me preguntaban cómo motivar la lectura en los pequeños que aún no saben leer, y se me ocurrieron varias ideas generales; pero como ustedes saben que a mí me preguntan y yo me pongo a revisar todo cuanto encuentro, para darles la mejor información que pueda, pues me puse a investigar y coincidiendo con mis ideas, encontré algunas más que aquí se las comparto:

Usa los libros para vincular: Al no saber leer aún un pequeño, un libro es algo que refuerza el vínculo afectivo con mamá o papá o persona cuidadora. No se trata de las palabras que leas, sino del momento. Al sentar a tu pequeño(a) en tu regazo, o al echarte con él o ella para leer en voz alta, tu pequeño no sólo disfruta de los libros, disfruta de la seguridad que le da tu atención individual.

Establece un ritual: Un tiempo establecido para leerle a tu pequeño establece una rutina tranquilizadora que los niños aman; es por eso que el cuento antes de dormir es una tradición muy reconocida. Pero no olvidar muchos otros eventos diarios que también brindan buenas oportunidades de lectura. De vez en cuando prueba empezando un nuevo ritual, con un cuento a la hora de desayunar o a la hora del baño, o apenas llegan del nido o colegio si son más grandecitos.  Algunos pequeños que tienen el sueño pesado y les cuesta levantarse en las mañanas para ir al nido o colegio, son capaces de enfrentar el día mucho mejor cuando sus padres les leen para despertarlos, en vez de cuando simplemente los apuran a salir de la cama. Cuesta tiempo, es cierto, y cuando tenemos que preparar a los chicos y la casa y a nosotras para salir a trabajar, es algo complicado, pero es también algo que no sólo ayudará a tu pequeño si no que siempre recordará y fortalecerá su vínculo afectivo contigo.

Elige libros apropiados: Los niños pequeños disfrutan mucho de los libros gruesos de cartón llenos de figuras, o los libros que pueden meter a la bañera (libros totalmente plásticos de dibujos) y libros “pop up” esos que abres laspáginas y salen las figuras de las hojas. Cualquier tipo de libro que puedan agarrar fácilmente y manipular por sí mismos. Les encantan las historias acompañadas con imágenes realistas que sean claras y brillantes. Y por supuesto les encantan las rimas. Esto no quiere decir que por ejemplo tu pequeño de 2 años no va a disfrutar las historias que pueda elegir un hermano o hermana mayor, quién sabe, pueden terminar estos siendo sus libros favoritos. Sólo asegúrate que tengan acceso a libros simples también.

Sigue sus intereses: Elige libros sobre sus actividades favoritas – visitar el zoológico, nadar, jugar pelota. Si tus pequeños tienen programas favoritos, respáldalos con libros acerca de los personajes. Busca libros de Peppa la cerdita, de Barney. Quizás te sea un misterio el atractivo de Barney (¡para mí lo es!) pero si a tu pequeño le encanta ese dinosaurio morado, le encantarán los libros sobre sus aventuras también.  Sigue su guía y su preferencia pero experimenta con una gran variedad de libros antes que decidas que ya sabes exactamente qué cosas le van a gustar a tu pequeño.  Tu niñita que le encantan las muñecas y vestirse de princesa, quizás te sorprenda cuando te pida ver libros de “Cars” una y otra vez.

Repite, repite, repite: Aguántate los bostezos si has leído a “Babar el Elefantito” o “Pericopín” o la colección de Winnie Pooh todas las noches del último mes, y tu hijo aún te pide que se lo leas, sí, ESE libro otra vez. Repetición es lo que más disfrutan los pequeños que aún no saben leer.  La razón por la cual los niños disfrutan tanto de leer o escuchar las mismas historias una y otra y otra vez, es porque están ansiosos de aprender. Pronto te darás cuenta que, como con las canciones, tu pequeño ha memorizado sus pasajes favoritos y estará ansioso de darte frases clave, él o ella solito(a). Ambos son signos de que están empezando a estar más listos para la lectura.

Exagera: Olvídate de tus inhibiciones cuando le leas a tus hijos. Gruñe (sin asustar) como el gran oso del cuento, habla agudo como Puerquito en Winnie the Pooh. A los niños les encanta el “drama” tanto como a los adultos. De hecho, tu pequeña princesa podría fascinarle pretender que ella es el gran lobo de los tres cerditos. Motívala, aún si esto demora el progreso del cuento. Le va a gustar más aún si está participando activamente. Más teatro, más voces, más felicidad para tu niño o tu niña.

Minimiza el tiempo con las pantallas: Ver televisión es una actividad pasiva, es por esto que los médicos recomiendan que los niños menores de 2 años no vean televisión y que los niños mayores limiten su tiempo en pantalla a sólo una hora o dos al día. Lo mismo con las Tablets que a veces son tan efectivas con las aplicaciones educativas que podemos bajar, no son malas, por el contrario pero es importantísimo limitar el tiempo con las pantallas. Los niños aprenden mejor de otros así que dale a tu pequeño una buena motivación con juego “desconectado” (“unplugged”), como es leer. Leer con tu pequeño y hacer otras actividades interactivas y no estructuradas son las maneras más efectivas de desarrollar las habilidades de razonamiento de tu niño y enseñarle a pensar creativamente. 

Anda a donde hayan lecturas de cuentos: Acá en las bibliotecas no suelen haber ese tipo de actividades pero librerías grandes tiendas de cadena o incluso a veces algunos supermercados con secciones de libros infantiles, tienen actividades de cuenta cuentos. Algunas tiendas tienen espacios grandes y cómodos para que hojees los libros con tus pequeños y les cuentes cuentos ahí, es una buena oportunidad de ver qué tipo de libros le pueden gustar, y por asistir y sentarte a leer entre libros infantiles con tu pequeño, no te cobran absolutamente nada.

Dale “play”: Muchos libros hermosos existen en formatos mp3 o en aplicativos que te puedes bajar a tu Tablet o Smartphone, hay colecciones hermosas de libros en CDs. Tus pequeños si son menores de 3 años quizás no estén muy interesados en ellos porque lo que realmente disfrutan de los libros es la interacción contigo, pero tus pequeños más grandecitos sí, y si los más chiquititos resulta que también los disfrutan, ¡genial!. Quizás quieran sentarse con el libro viendo las ilustraciones mientras escucha la grabación o quizás tú quieras ponerlo mientras junto contigo hacen otras cosas (puedes probarlo si tus pequeños son difíciles a la hora de la comida, los ayuda a estar atentos). También te puedes grabar a ti misma contando su cuento favorito, algún pariente o algún amigo de la familia, leyendo cuentos.  Sólo recuerda que los cuentos grabados para peques, que ya más o menos saben seguir imágenes o acontecimientos de un libro son maravillosos, pero nada reemplaza la presencia de mamá o papá dándoles la atención y leyéndoles un libro; nada puede tomar tu lugar.

No hagas de los libros una recompensa: No le digas a tu pequeño que puede escuchar una historia si termina su cena. Cuando la lectura se asocia con sistemas de recompensa y castigo, no es una experiencia positiva. En vez de eso, encuentra momentos para leer que se sientan naturales, como cuando quieras que tu pequeño se calme antes de tomar su siesta. No fuerces un libro a un niño porque lograrás el efecto contrario de lo que quieres lograr.

Los pequeños movidos: Algunos de nuestros peques simplemente no se van a quedar quietos durante toda la historia del libro que les estás leyendo, no importa cuánto lo intentes. ¿Qué hacemos? Una buena idea es sentarte con ellos a leer algo corto un libro que sea muy pequeño por unos 30 segundos más o menos y luego decirles: “¡Mira, hemos leído TODO este libro completo, qué bonito!”. Luego déjalos que se vayan. Al día siguiente puedes probar un rato algo más largo. Algunos niños van a estar más interesados en actividades motoras que en leer; debemos respetar eso y no hacer del leer una experiencia negativa.

Haz de contar cuentos, parte de la vida: Promover la preparación para la lectura es más que leer un libro tradicional. Cuando estés en la mesa acompañando a tus niños a su hora de cenar, cuando estés manejando, cuéntales historias. Cosas sencillas y clásicas si deseas, como los tres ositos o algún cuento que conozcas de memoria, anécdotas de cuando eras tú pequeña, o inventa historias pequeñas que tengan a tu niño como el personaje principal. Haz libros de los dibujos de tus niños o de las fotos que más te gusten de ellos o las fotos que a ellos más les gusten, y cuenta historias acerca de estos, o pídele a tu pequeño que él o ella sea el narrador.

¿Cuándo le puedo enseñar a mi pequeño a leer palabras?: Puedes empezar entre los 6 y 12 meses y seguir a partir de ahí, Donde quiera que vayas, puedes enseñarle a tu niño que las palabras son parte de la vida diaria. Esto en educación se llama “lectura pictográfica”. Hasta los niños más pequeños aprenden rápidamente, por ejemplo, que ese letrero dice “Coca Cola” o que la señal de tránsito dice “Alto”, que en el cuento que está leyendo ahí dice “árbol”. Existen en algunos lugares, vinilos de pared, con el alfabeto, pero es mejor y más económico si tú pones nombres a objetos comunes del cuarto de tu pequeño. Por ejemplo con los más grandecitos puedes poner palabras como “cama”, “armario”, “mesa”, “puerta”, “pelota”, “muñeca” y sus nombres, todos en letra mayúscula imprenta. Con los más chiquititos podemos hacer una actividad que se llama “leyendo alrededor del cuarto del bebé” para escuchar y ver cómo se hacen las palabras. Un pequeño juego donde estiramos los sonidos de las palabras mientras pasamos nuestro dedo de izquierda a derecha por la palabra a mostrarle. Poco a poco te vas a dar cuenta que va entendiendo las palabras y dónde están escritas a pesar de no saber leer todavía.
Si tu pequeño ya va al nido, ponle una notita diaria en su lonchera. Aún si no puede leer por ejemplo la palabra “gato”, ver la palabra escrita en un pedazo de papel, junto con el dibujo o sticker de un gatito, será una alegría para su día y le ayudará a despertar su interés por leer. Si esto te parece muy complicado, prueba dibujando un corazón o una carita feliz con un simple “Te amo”, que te ayudará a emocionar a tu pequeño en los significados detrás de las palabras.

Habla: Los niños aprenden palabras más fácilmente cuando las escuchan seguido. Hazle conversación a tu pequeño mientras están cenando juntos, o mientras están caminando juntos, durante viajes en auto, cada vez que puedas. Habla con tu pequeño y no tengas miedo de usar palabras o frases complejas. Anímalo en sus preguntas y explicaciones. Los niños pequeños son curiosos y se preguntan interminablemente acerca del mundo, así que no sientas timidez de intentar explorar sus intereses con tu pequeño o pequeña. Al hablarle no sólo aprovechas de compartir tiempo y conocer mejor a tus hijos sino también vas formando su vocabulario, poco a poco va a entender más palabras que luego empezará a vocalizar.

Libros de bebés para bebés: Muchas mamis se preguntan, ¿y mi bebé de meses? Dale libros con figuras grandes y vistosas, deja que lo “pruebe” que lo mastique, y se lo meta a la boca es su manera de explorar. Léele cuentos cuando puedas, con rimas, o si quieres empieza por leerle poemas cortos, la musicalidad de las palabras, el ritmo de las rimas le va a dar un efecto calmante y va a disfrutar de ese momento contigo.

¿Cuándo empiezo a leerle a mi bebé?: Tu bebé está listo para que le leas desde que nace, aún antes, así como le puedes cantar, le puedes hablar cuando está en el vientre, puedes leerle, no sólo libros para niños, pueden ser libros de poemas, lo importante es que va a escuchar tu voz y las palabras van a tener un ritmo suave para tu bebé. Teniendo unos días de nacido tu bebé ya va a reconocer la voz de mamá o papá, y vas a encontrar pequeñas señales de reconocimiento más claras a partir de los 2 meses, gorgojeos, pequeños sonidos, gestos, que te van a indicar que reconoce tu voz y reconoce lo que le estás leyendo.

¿Leerle a mi bebé tempranamente y seguido ayudará a desarrollar su vocabulario?: Sí. Tu niño va a escuchar muchas más palabras que aquellos a los que no se les lea tempranamente y seguido. No quiere decir esto, que si es más grande no se pueda empezar. ¡Por supuesto que se puede! Si le lees a tu pequeño seguido, va a escuchar e ir asimilando las palabras, más adelante en edad escolar va a tener un mayor vocabulario y mejor comprensión lectora, se le facilitará la escritura y la ortografía, disfrutará más del lenguaje por lo cual se le hará más fácil comprenderlo.
Y por último el más importante:

Demuestra tu propio amor por los libros: Tus pequeños quieren imitarte. Si ven libros alrededor de la casa y saben que a tí o a papá les gusta sentarse con alguno cuando tienen aunque sea unos minutos para ustedes. Ellos aprenderán que los libros son esenciales en la vida diaria. Demostrando naturalmente tu propio gusto por la lectura logras un efecto mucho más poderoso que obligar a tus pequeños a sentarse durante un "momento rígido" o preestablecido, de contar cuentos.