domingo, 12 de julio de 2015

Lidiando con las "rabietas" en menores de 3 años


¿Te imaginas si en tu trabajo tuvieses una compañera o un jefe que de pronto se pusiera a llorar cuando le preguntas algo inofensivo, o si se pusiera a gritar y llorar en histeria porque no le quieres prestar tu teléfono? Darían ganas de renunciar un poco, ¿no?

Así pasa en el día a día con los pequeños, sólo que no es una opción renunciar ni quejarse. Ellos aún no saben controlar sus estallidos emocionales y por eso vienen las rabietas. Es su manera de expresar su frustración y su enojo.

En los niños más pequeños se conoce más como "querer imponer su voluntad" pero viene a ser lo mismo. Quieren hacer algo y si no se les permite, se enojan, se tiran al suelo, lloran, patean, pueden llegar a pegar y si se les trata de calmar el llanto se incrementa (en intensidad y volumen). Una explosión de temperamento le podemos llamar. En las clases especialmente con los pequeños entre el año y dos años se ve esto bastante. Empiezan a querer imponer su voluntad y se enojan cuando no se les permite. Estas "explosiones" son el resultado de la frustración, una "pérdida de equilibrio" por así decirlo, así como cuando tu niño está aprendiendo a caminar y se cae. Esto es una caída emocional, es completamente normal y natural.
Sin embargo esto no lo hace más fácil ni para mami y papi ni para la miss que muchas veces ayuda a lidiar con esto en clases ;) jeje pero no deja de ser normal.

Es posible evitar algunas rabietas, tratando que tu pequeño esté bien alimentado, bien descansado, que no tenga demasiados estímulos juntos o ningún estímulo y por aburrimiento hace una rabieta, pero que puedas evitar ciertas rabietas no quiere decir que no vayan a pasar nunca. Van a ocurrir.

¿Cómo lidiar con ello? Si tu niña hermosa de año y medio (o más) empezó a tener una rabieta, una explosión de temperamento que ya empezó a llorar y/o gritar y tirar las cosas o quererse tirar al piso, ya el carro arrancó, no lo podemos parar, el carro se fue, tienes que subirte y aprender a manejar con los obstáculos. Mantente cerca y asegúrate que está en un lugar donde no hay peligro (no hay nada que pueda jalar que le pueda caer encima y hacer daño, ya está en el suelo por lo tanto no se puede caer, etc) y DEJA QUE LLORE. Si tu niño dulce se vuelve poco más un hulk de tantos gritos y patadas que te quiere dar porque lo intentas cargar para que se calme. colócalo conn mucho cuidado en el suelo (en la cama es peligroso porque en su enojo y movimiento se pueden caer de ella o golpear con lo que haya cerca sea cabecera o mesa de noche o pared) DEJA QUE LLORE.

No mamis, no es ignorarlos, no es ser "mala". Y hagas lo que hagas NO CEDAS sólo "para que deje de llorar". Tienes que enseñarle a manejar sus frustraciones y sus enojos. DEJA QUE LLORE.

Con esto no digo que la dejes y te vayas hasta que se calme, no. Tienes que quedarte cerca, pero imagínate que tú estás frustrada por algo y no puedes desahogarte de ninguna manera, que no puedes ni mencionar el asunto, que no puedes ni "gruñir", ni renegar, que no puedes enojarte, que no puedes hacer nada más que quedarte quieta y "aguantarte" el enojo y de ninguna manera mostrar molestia alguna en ningún momento ni poder hacer nada que te traiga alivio o calma para que se pase este enojo este fastidio, esta frustración.. Feo, ¿no?.  Si encima de eso al ponerte "mal" la persona que se supone que siempre está contigo, que te quiere sin importar qué, al verte así, te deja solo, ¿cómo te sentirías?.

Con dejar llorar, le estás diciendo que no está mal sentirse frustrada(o) por algo, que no está mal llorar por frustración, porque se enojó pues era la hora de irse y como no quería empezó a tirar juguetes y le alejaste los juguetes para que no los tire, quería pegarte y no lo dejaste pegar. Deja que llore, mantente cerca y no intentes calmarla ni decirle "ya hijta, no se llora por eso". Cuando ya veas que se le pase ahí puedes acercarte, darle un abrazo y llevarla a otro lado y hablarle. Le puedes decir "te molestaste porque no te dejé agarrar ese juguete y empezaste a llorar mucho. No funcionó, ¿verdad? Ya estás bien ahora."

 Aunque no lo creas sí te entiende. Le puedes decir, "cuando mami dice que es hora de irse, quiere decir que tenemos que irnos, después podemos seguir jugando con los juguetes". Lo importante es que tu niño o tu niña entienda, que no se ceda en todo lo que quiere "para que no llore", y que se le deje desahogarse, una vez que se calme va a estar mejor.

No intentes "razonar" con tu pequeño mientras está en plenos gritos y lloros. En la mayoría de los casos una vez llegado a cierto punto de la explosión simplemente no te va a escuchar porque está en su propia frustración. Yo he tratado de todo, con una de mis alumnitas, le hablábamos, le decíamos por qué no se podía hacer lo que ella quería en ese momento, le trataban de decir que tranquila "mamá está contigo", pero eso sólo servía para aumentar el volumen de los gritos y del llanto. Al final la dejábamos en el suelito del mismo ambiente a un costado de la clase, donde no se pudiera hacer daño, con mamá o nana cerca, pero sin que la trataran de calmar, y sin que la estuviesen mirando directamente, porque esto también aumentaba el volumen de los lloros. Al rato se calmaba sola y se paraba para jugar nuevamente. Si quieres decirle algo, dile "te quiero mucho, yo voy a estar aquí" de manera firme pero seria, si tú te angustias o te enojas o gritas es peor para tu pequeño. 

No lo intentes distraer. Tenemos que respetar sus emociones. Y también
enseñarles a enfrentarse a la frustración. Si cedemos ante todo lo que no sea amenazante a su seguridad o peligroso para ellos, si ese es el único "no" que ponemos, si los tratamos de distraer para que dejen de llorar, los estamos enseñando a no lidiar con sus emociones y a buscar una distracción cada vez que algo les moleste. Con esto tendremos adultos incapaces de levantarse luego de una caída emocional, adultos que no pueden superar una dificultad, adultos que no pueden reconocer sus sentimientos. Y perdónenme mamitas, pero aquí también entra el "no lo intentes consolar", no se ha lastimado, no se ha asustado, sí su llanto es muy real, pero no le ha pasado nada malo, al consolarlo estás reforzando la conducta. Yo sé que les voy a sonar "mala" que les voy a sonar cruel, pero tienen que acompañarlo sin estar pendientes de la rabieta, y sin estarlo consolando porque está a salvo, está en un lugar seguro, está contigo, nada malo le ha ocurrido. El abrazarlo mientras está así en muchos casos sólo le da más volumen, y en otros casos funciona como distracción. Lo mejor es enseñarle a superar estos sentimientos. En serio, le harán un bien mayor.

Manten las cosas firmes pero claras. Vuelvo a decir, si tú te molestas, te angustias, te enojas, levantas la voz, sólo le estás echando combustible al incendio. Yo sé, que es frustrante, que da pena que llore, porque mucho ojo, su llanto ES REAL, no entiende por qué no lo dejas hacer su voluntad, y por eso se angustia y llora. Yo sé que a veces incluso avergüenza que la gente voltee y mire (qué terrible esto, en vez de mirar feo deberían pasar y decirte que está ok lo que estás haciendo al mantener a tu pequeño seguro pero no ceder ante todo lo que quieran) y nunca falta quien se meta donde no lo llaman (hasta en mis clases cuando no estaba en centros educativos había quien se metía) a dar consejos que nadie le pidió o meter su cuchara y decirle "uy qué feo lloras, mira cómo te miran los otros niños, mira te van a dejar solo si sigues así". NO. Un gran y rotundo así, por favor hagan su cartel: ¡¡¡NO!!!. No dejes que nadie más se meta salvo para apoyarte moralmente, si alguien te quiere dar una sonrisa y decirte "no te preocupes, esto también pasará" es genial, caso contrario que no se meta nadie; tú estás disciplinando a tu hijo, estás ayudándolo a que aprenda a lidiar con sus frustraciones. Estás dándole la oportunidad que aprenda de su frustración y estás pendiente de él. Si están en un lugar público y se tienen que ir o está en un lugar donde puede hacerse daño. Cárgalo con mucho cuidado tratando en lo posible de inmovilizar un poco sus bracitos con cuidado si sabes que se puede poner a pegar o arañar o tirarse hacia atrás, y llévalo a un lugar seguro donde puedas dejarlo llorar estando tú cerca. Lo estás acompañando y esto es positivo, no te debes ir, con eso le estás diciendo que vas a estar ahí sin importar qué porque no dejas de amar a tu hijo porque tenga sus explosiones de temperamento, estás ahí pero no le estás dejando que haga su voluntad.

Dale algunas elecciones: Imagínate que todo tu día a día estuviese controlado por alguien más, a qué hora comes, a qué hora duermes, la ropa que te pones, los lugares a donde vas y las horas que permaneces en ellos, las cosas que comes, cómo te peinas.  Un poquito frustrante, ¿no?
Ahora, tu niña pequeña tiene que tener un horario, un horario de sueño y de comida y tiene que comer las cosas que preparas para que su alimentación sea la mejor. Pero puedes darle ciertas elecciones para que empiece a sentir que también tiene un poquito de poder sobre algunas cosas. 

No puede elegir a qué hora irse de un lugar porque tú también tienes un horario, ¿qué pasa si sabes que si lo llevas a jugar al parque nunca quiere irse a la primera? Quita 5 a 10 minutos de la hora en que realmente tengas que irte, y dile que ya es la hora. Si no se quiere ir y empieza a "escapar" a jugar con otra cosa o quiere empezar a llorar, puedes decirle, "un juego más y luego es hora de irse, ¿de acuerdo?" o "un juego más y cuando suene este sonido en mi teléfono es que ya nos tenemos que ir".
Le estás dando un poco de control sobre su día a día en las cosas que sí puedes.

Por ejemplo en las clases, mis niños tienen un tiempo de juego libre, pero llega un momento de guardar los juguetes en su sitio y pasar al saludo y a otros juegos. Empiezan a renegar porque no quieren todavía guardar todo. Les digo, un juguete más y luego a guardar, si no chau chau juguetes ahorita. Un juguete más y ya guardamos, ¿de acuerdo?. Mis niños de año y medio asentían y ya sabían que luego de ese juguete era hora de decir chau y que después podíamos volver a jugar con esos juguetes. Les estás dando un poco de control en las cosas que es posible.
A la hora de vestirse si es muy pequeño no le puedes dejar que rebusque solo entre sus cajones, pero puedes darle dos opciones para que elija qué cosas quiere ponerse. Yo sé, es tiempo extra en la rutina diaria, pero es una manera de darles elección en aquellas cosas que es posible elegir. Tu pequeña está creciendo y convirtiéndose en una personita y desarrollando su carácter. Al lidiar con sus rabietas y sus frustraciones y sus explosiones de temperamento le estás enseñando que sentirse frustrado no es algo malo, que molestarse no es algo malo, y que puede manejar una frustración. Le estás dando elecciones y le estás ayudando a reconocer sus sentimientos. Estás dándole valor como personita. Poniéndote firme en aquellas cosas en las que no hay que ceder, dándole algunas opciones y dejándolo desahogarse. 

Los niños también necesitan a veces dejar salir la molestia y llorar para luego poder calmarse. Mientras más temprano empieces estableciendo firmemente los límites y dejando que desahogue su frustración para que luego se calme, más fácil le será enfrentarse a esas cosas más adelante y si bien no dejarán de haber rabietas (mis hermosos sobrinos ya tienen 5 años y pese a que los límites están claros, aún hay rabietas a veces porque se frustran), irá aprendiendo otras maneras de pedir las cosas y a ver más allá de su frustración cuando no pueda hacerse lo que él desea.