viernes, 25 de abril de 2014

Seis grandes errores que se pueden cometer con el sueño de los niños y cómo solucionarlos


Me encontré este artículo y me pareció demasiado interesante como para agregarlo a otras cosas así que decidí mejor traducirlo, porque he encontrado que muchos de estos errores me los confiesan mamitas sobre sus peques cuando no saben por qué se mueren de sueño durante la mañana o por qué duermen hasta las 11 de la mañana.

Hacer que un niño pequeño se duerma y se quede dormido, es una de las tareas más complicadas de la paternidad. Cuesta adaptarlos a una rutina y tratamos de encontrar algo que funcione pero es complicado aún hasta para hacerlos dormir la siesta muchas veces. Pueden haber muchos pequeños o grandes problemas y a veces batallas con la hora de dormir, pero acá 6 errores grandes y bastante comunes, y la mejor manera de repararlos rápidamente.

1. ERROR: HACER DORMIR A TU PEQUEÑO MUY TARDE
Muchos niños actualmente, duermen menos de lo que sus padres dormían mientras crecían. En la infancia y adolescencia temprana hoy, los niños duermen menos de lo que dormían los niños a mediados de los 70s o inicios de los 80s. Los resultados de horas más tardías de ir a la cama, son más batallas a la hora de dormir, dificultades para hacer siesta y despertadas en el medio de la noche.
Puede ser que no tengas a tu bebé o tu niño pequeño en un horario de sueño regular o quizás mamá o papá no tienen mucho tiempo para pasar con su bebé o su niño pequeño y por eso lo dejan despierto hasta más tarde para poder jugar con él/ella. Dejar dormir muy tarde a los niños siendo bebés o preescolares crea un exceso de fatiga. Cuando se cansan de más, les cuesta más quedarse dormidos y mantenerse dormidos (a esto que se resisten a ponerse el pijama, lloran, se fastidian), y pueden levantarse más temprano que si los hubiesen acostado a una hora adecuada.

BUEN HÁBITO: ESTABLECE HORARIOS REGULARES PARA LA HORA DE DORMIR (y, si es apropiado, horas de siesta) Y APÉGATE A ESAS HORAS. No esperar a que tu pequeño se esté sobando los ojos, bostezando o fastidiado, ahí posiblemente ya sea tarde. Llévalo a su cama a dormir, antes. Aún 15 a 20 minutos de sueño extra pueden hacer una diferencia.
Aun cuando cada niño es diferente, en general los bebés y niños en edad preescolar necesitan alrededor de 12 horas de sueño durante la noche. La idea es que calcules según la hora en la que tienen que despertar, para llevarlos a dormir a una hora adecuada.



2. ERROR: CONFIAR SÓLO EN EL MOVIMIENTO
¿Qué padres no han respirado un suspiro de alivio viendo a su bebé quedarse dormido en un columpio de bebé o en el asiento del carro? Usualmente estos maravillosos momentos ocurren cuando menos los esperas, y posiblemente más necesites un descanso.
Pero algunos padres caen en la trampa de usar movimiento para lograr que sus pequeños tomen siesta o se queden dormidos de noche. Si el pequeño siempre duerme en movimiento, en coches o carros, es posible que no esté obteniendo ese sueño profundo y más restaurador debido a la estimulación del movimiento. Es muy posible que esté durmiendo de la manera como duerme un adulto en un avión. Puede que descanse, pero no es sueño reparador.

BUEN HÁBITO: USA EL MOVIMIENTO PARA CALMAR Y NO PARA HACER DORMIR. Está bien que uses el movimiento del coche o el columpio musical, si tu bebé está de mal humor, para calmarlo. Pero una vez que se ha dormido, estaciona el cochecito o para el movimiento del columpio. El niño tiene mejor calidad de sueño de esta forma. Si se queda dormido mientras estás en un trecho extenso con el auto pues simplemente disfruta del momento y déjalo dormir, pero para la casa sí tener estos cuidados.


3. ERROR: SOBRE ESTIMULACIÓN EN LA TIERRA DE LOS SUEÑOS
Quitemos los módulos de la cuna para la hora de dormir (por favor). No hay nada de malo con que el bebé tenga un móvil para observar y distraerse, es un excelente estímulo visual. Precisamente por esto no ayuda a dormir. Con los juguetitos que rotan y a veces tienen luces y/o musiquita, hay muchos bebés que no se duermen, porque hay tanto movimiento y colores vivos y distracción que pueden mantenerlos despiertos en vez de enseñarles que es de noche y hora de dormir.
En cuanto a niños más grandecitos, también pueden sufrir de un exceso de estimulación a la hora de dormir. Si tienen muchos juguetes en la cama u otras distracciones, puede que no estén descansando como necesitan.

BUEN HÁBITO: MANTENER EL CUARTO LO MÁS A OSCURAS QUE SEA POSIBLE Y BAJAR LAS REVOLUCIONES A LAS ACTIVIDADES A LA HORA DE LA SIESTA Y DE DORMIR EN LA NOCHE.
Para maximizar el sueño de tu pequeño, pon a tu bebé o tu niño menor de 3 años (que son muy chicos aún para haber desarrollado temores nocturnos) a dormir en cuartos en casi completa oscuridad. Para que los bebés duerman bien, en una escala del 1 al 10, en que 10 viene siendo el cuarto totalmente oscuro, el cuarto debe ser aproximadamente un 8 o 9. Los niños alago más grandes pueden dormir con una luz de noche suave para calmar cualquier temor pero nada de “entretenimiento” (juguetes de actividad, aparatos electrónicos) para la hora de ir a la cama. En niños más grandes piensa bien para que no tengan entretenimiento extra a la hora de ir a la cama. Piensa MUY bien antes de ponerles una computadora o TV en su dormitorio. Aún los niños que se duermen con una película favorita pueden estar perdiendo alrededor de media hora, de precioso sueño. Y es mucho más sencillo mantener los aparatos electrónicos, fuera del cuarto que hablar y tratar de moderar y negociar la hora en que lo dejan cada noche.

4. ERROR: PASAR DE/DEJAR DE LADO LA RUTINA DE DORMIR
Con un bebé quizás hayan casos en que se asume que una rutina consistente de baño, libro y una canción de cuna o arrulla no es aún necesaria. Pero tener una serie de actividades agradables y relajantes que lleven a la hora de apagar las luces es muy importante. Prepara a tu niño para dormir porque empiezas a formarle una rutina.
Los padres de niños grandes que solían tener una rutina, puede ser que la dejen de lado porque erróneamente piensen que su niño ya está muy grande para esas cosas o porque a la hora de dormir del pequeño, mamá o papá están muy cansados y creen que se pueden dormir solos sin necesidad de una rutina. Pero aún los adultos se benefician de tener algún tipo de rutina para relajarse cada noche. No podemos esperar que los niños pasen de un día lleno de actividad y un rato de juegos súper activos a apagar las luces. Investigaciones han indicado que los niños en edad escolar que no tienen una rutina, claramente no obtienen el sueñeo que necesitan.

BUEN HÁBITO: UN RITUAL PARA IR A LA CAMA QUE RECONFORTE
Sin importar la edad de tu hijo, la clave es tener una serie de pasos predecibles o indicativos de la hora de dormir, que le ayuden a calmarse y relajarse de la actividad del día. Para un bebé, ello puede significar un simple cambio a pijamas y acurrucarse con mamá o papá; con niños más grandecitos, la rutina puede necesitar, un baño, leer un libro, cantar canciones o decir unas oraciones. Tú puedes crear tu propio ritual, la idea es tener una serie de actividades consistentes que ocurran en un mismo espacio, en el mismo orden, a aproximadamente la misma hora cada noche.


5. ERRROR: INCONSISTENCIA
Un par de veces a la semana, cuando está realmente “quejoso” cuando está muy fastidiado, tú te echas con tu pequeño en edad preescolar en su cama hasta que se queda dormido. O quizás pones a tu niño algo más grande a dormir en su cuarto pero lo dejas subirse a tu cama contigo a mitad de la noche.
El problema es no el método de sueño sino la práctica inconsistente de éste. A muchos padres no les afecta tener a su hijo en la cama con ellos, la práctica del colecho está visto que tiene muchísimos beneficios para los niños, pero tiene que ser algo que se ha decidido hacer no algo que ocurre, pues muy seguido los padres terminan con una “cama familiar” con la que no habían planeado.
Los padres llevan o dejan al pequeño subirse a su cama pero no quieren que se quede en la cama con ellos, sólo que no quieren devolverlo a su propia cama porque quieren que duerma tranquilo, o se sienten culpables de que no pasan suficiente tiempo con sus hijos. Las primeras veces el niño se levanta durante la noche, alguno de los padres lo volverán a poner en su propia cama, y alrededor de las 3 de la mañana, dejarán otra vez que el pequeño regrese a la cama con ellos, y este escenario crea un refuerzo intermitente, porque el niño aprende que espere y aguante e insista por más tiempo, y eventualmente conseguirá lo que quiere.

BUEN HÁBITO: ESTABLECE GUÍAS Y REGLAS DE DÓNDE DORMIR
Hablando sólo de niños ya algo más grandes y no bebés. Aunque es mejor decidir si deseas una cama familiar o no desde el principio, nunca es demasiado tarde para establecer reglas. Una mamá de 3 años que su pequeño recientemente empezó a despertar a las 11 de la noche, algunas noches a la semana, y se iba a la cama de sus padres. Luego de un par de meses de estas visitas nocturnas, la falta de buen sueño hizo que se decidieran a establecer la regla para que su pequeño se quede en su cuarto. Ya a los 2 años tu pequeño comprende bastante bien, si tú has decidido que él tiene que dormir en su cama en su cuarto y no tener una cama familiar entonces hay que explicarle con mucho amor pero también firmemente que es la hora de dormir y que él o ella tiene que dormir en su cama y mamá y papá en la suya. Por supuesto que hay excepciones, si tu pequeño está enfermo o está asustado por algo que ha sucedido (temblores, situaciones estresantes en la familia, cambios muy bruscos en la dinámica del hogar, etc.), puedes consolarlo y reconfortarlo quedándote con él o ella en su cama o durmiendo en un colchón inflable o una camita extra en su cuarto, haciéndole compañía. Pero apenas pase la enfermedad o el motivo por el cual se ha asustado, regresa a la rutina usual. Si crees que tu pequeño va a protestar mucho puedes hacerlo gradualmente, explicándole que lo vas a acompañar hasta que se duerma, y poco a poco explicando los cambios hasta que regreses a la rutina de cada quien en su cama en su cuarto.

6. ERROR: PASAR DE CUNA A CAMA GRANDE MUY TEMPRANO
¡¡Tu pequeño cumple 2 años!! ¡Qué grande! Y tú quieres celebrar comprándole esa linda camita para niños que viste en oferta. Pero apenas haces el cambio, tu pequeño empieza a levantarse después que se han apagado las luces o empieza a despertarse a horas demasiado tempranas. ¿Por qué? Antes de aproximadamente los 3 años de edad, muchos niños simplemente no están listos para dejar atrás la cuna. No tienen las habilidades cognitivas ni el auto control para mantenerse dentro de los límites “imaginarios” de una cama.

BUEN HÁBITO: ESPERAR A QUE TU NIÑO ESTÉ LISTO PARA UNA CAMA GRANDE
Cuando un niño está cerca de los 3 años de edad, podría ser momento de moverlo a una cama grande. Podría es la palabra clave, si tu pequeño tiene problemas para quedarse en la cama a esa edad siempre puedes darle algo más de tiempo. Puedes probar poniéndole una cama con los barrotes temporales de una cuna, para que se sienta seguro y poco a poco puedas irlos retirando. Así como volver a los pañales luego de varios intentos desastrosos de enseñarles a usar el baño, regresar a la cuna si es algo necesario, no es un fallo. Tu niño eventualmente estará listo y es muy posible que incluso te pida, si ve hermanos, primitos, amiguitos, los niños a partir de los 3 años no siempre quieren ya seguir durmiendo en una cuna.




PD: No me he perdido ni me he "dormido" mamis y papis es sólo que he estado con muchas cosas y no me he podido sentar tranquila a escribir como es debido y no me gusta darles cosas mal hechas, me gusta hacer mi investigación bien y darles todos los ángulos posibles.

sábado, 12 de abril de 2014

Acerca del sueño del bebé


En las clases de estimulación conversaba con dos mamitas que me dicen que sus niñas, en uno caso una niña de 1 año 2 meses y en el otro una bebé de 9 meses, duermen muy tarde y por lo tanto no hacen casi nada durante el día porque al dormirse a las 11, 12 de la noche, 1, 2 de la mañana, se despiertan al día siguiente sólo para tomar leche a las 6 o 7 de la mañana y luego a las 10, 11 de la mañana a desayunar sin apetito y comenzar recién a esa hora su día. Ambas mamitas me pedían consejos e ideas para cambiar la rutina de sus pequeñas y que puedan dormir al menos unas 6 a 7 horas durante la noche de corrido y que estas no fueran a la 1 de la mañana.

Me puse a averiguar con pediatras y me puse a revisar varios artículos sobre el tema para ayudarlas de una mejor manera a ordenar los horarios de sus peques a la hora de ir a la cama. Y como en todo, hay bastante material para establecer buenos hábitos de sueño. Así que comenzaremos primero con la información general sobre los bebés y los niños pequeños y sus hábitos de sueño, y ya más adelante haré otros posts tratando cosas más específicas.

¿A partir de qué edad podemos dejar de alimentar en la noche a un bebé?
Si el bebé está en su peso óptimo y ha nacido a término, un bebé que se alimenta sólo con leche materna, a partir de los 5 meses de edad aproximadamente ya no necesitan calorías durante la noche para estar saludables. Un bebé que se alimenta sólo con fórmula, a partir de los 4 meses aproximadamente es la edad en que ya no necesita las calorías en la noche (por un periodo de 6 o 7 horas es decir).

Algunos hechos sobre el sueño del pequeño:
- Es posible que si tu bebé llora y sólo se calma al tomar leche durante la noche, teniendo más de esta edad, porque se ha acostumbrado al consuelo que le da estar echado contigo y el estar succionando, no porque necesite alimentarse.
- Es importante que el bebé no asocie el dormir directamente con comer, porque esto se vuelve parte de su rutina para dormir y no podrá dormir sin ello. Si la rutina para dormir es llevarlo a su cuna o mecerlo mientras mama o toma biberón hasta que se duerma, esto se va a volver parte de su rutina, el bebé va a asociar su último recuerdo antes de poder dormir, el estar succionando y alimentándose, y se va a volver parte de su costumbre, que sin ella no va a poder volverse a dormir. 
- Es igualmente importante que tu pequeño asocie su cuarto y su cuna o su cama con momentos tranquilos y placenteros, esto le ayudará a relajarse y dormir más tranquilo ahí.
- Si el pediatra está contento con su peso y su desarrollo, puedes preguntarle ante cualquier duda si tu bebé mayor de 5 meses necesita ser alimentado durante la noche o puede dormir hasta 6 o 7 horas sin necesitar alimento.
- El problema con alimentar a tu bebé durante la noche cuando ya no lo necesita es que interrumpe su sueño por esta costumbre y el tuyo también, algo que no es malo si tu bebé necesita que lo alimentes o necesita de ti, pero si no hay una necesidad fisiológica y puedes encontrar manera de solucionar la necesidad emocional que tiene tu pequeño de tener todo el tiempo tu compañía, es mejor. Si tu bebé empieza a interrumpir su sueño, tú empiezas a tener un bebé o niño pequeño al cual, para que no se despierte activo sin querer perderse todo lo que está ocurriendo en casa, empiezas a dejarlo dormir más tarde y más tarde, motivo por el cual su mañana es mucho más corta y, en algunos casos, se alimenta menos durante el día y el círculo vicioso se repite.
- Existen algunos riesgos si tu bebé de más de 5 meses se queda dormido mientras lacta o toma biberón.  Al
no pasar la leche por completo y quedarse dormido, esta puede quedarse un poco en su boca y puede causarle infecciones del oído interno (recordemos que garganta, nariz y oído están conectados); puede causarle lo que le llaman “boca de biberón”, caries y malformaciones dentales al quedarse con la leche en la boca hasta que se despierte la próxima vez. Y, nuevamente, el hecho de asociar la leche con quedarse dormido hará que cada vez que se despierte quiera tomar leche por el consuelo y la sensación reconfortante que esto le dará, y no querrá dormir de corrido, lo cual hará que duerma más tiempo, se despierte más tarde, y se quede dormido en momentos inusuales no necesariamente a las horas que sabemos es ideal que tome siestas.

ACERCA DE LA CANTIDAD DE HORAS DE SUEÑO:

Entre 6 y 12 meses: A los 6 meses un bebé puede hacer siesta aproximadamente unas 3 horas durante el día y luego dormir 9 a 11 horas en la noche (esto no es de corrido recuerda que hemos hablado de 6 o 7 horas nada más sin alimento). A esta edad puedes empezar a cambiar tu respuesta a tu bebé que se despierta y llora durante la noche. A esta edad comienza la ansiedad por separación, pero las reglas son las mismas siempre hasta su primer cumpleaños, tratar de no cargarlo salvo que se encuentre enfermo, reconfortarles hablándoles suavemente, acariciándoles la espalda o la cabeza y luego cuando estén tranquilos nuevamente retirarse, no prender las luces ni alimentarlos, ni jugar, ni cantarles porque son actividades estimulantes y queremos que descansen.

Niños pequeños:
Entre las edades de 1 y 3 años la mayoría de los niños duermen entre 10 y 13 horas. La ansiedad de separación o simplemente el deseo de estar despiertos con mamá y papá y no perderse de nada, puede motivar a un pequeño a mantenerse despierto. También el puro estilo de un niño pequeño de “dar la contra”

A menudo se comete el error de pensar que mantener a un niño despierto lo hará tener más sueño a la hora de dormir. Lo cierto es que a los niños les puede costar mucho más dormir si están sobre cansados. Establece tiempos regulares y fijos para la hora de dormir y de hacer siestas. Aunque muchos niños pequeños hacen siestas durante el día, no debes forzar a tu hijo a hacer siesta, dormir siesta, si no desea, pero es importante programar un tiempo de tranquilidad y silencio aún si tu pequeño elige no dormir. Puedes llevarlo a su cama o a un sofá o un puff con un libro de imágenes y contarle un cuento tranquilo, pero nada de tv ni Tablet ni celulares con jueguitos, ni canciones activas, si le vas a poner música que sea música suave y relajante a un volumen bajo, la idea es que tenga un rato relajante contigo o independiente si quiere estar por su cuenta, pero un rato relajante.



ALGUNAS RECOMENDACIONES GENERALES:

- Establecer una rutina para la hora de ir a la cama, ayuda a los niños a relajarse y estar listos para dormir. Para un niño pequeño, la rutina puede ser desde 15 a 30 minutos de longitud e incluir actividades tranquilizantes como leer una historia, tomar un baño, escuchar música suave.

- Sea cual sea el ritual nocturno, tu pequeño posiblemente insista en lo mismo cada noche. Lo importante es no permitir que estos rituales se vuelvan demasiado extensos o demasiado complicados. Cada vez que sea posible permite que tu pequeño haga algunas elecciones dentro de la rutina: qué pijamas ponerse, qué muñeco llevarse a la cama, qué música poner (limitando a un número prudente de máximo 3 a 4 opciones claro para no alargar demasiado el proceso y según su edad) Esto le dará un cierto sentido de control.

- Aún los niños más acostumbrados y adaptados a su rutina y mejores “durmientes” pueden despertarse durante la noche. La salida de los dientes puede despertarlos, ese fastidio, dolor, comezón a veces incluso fiebre que hacen. Los sueños también, pueden despertarlos, para los niños muy pequeños pueden ser bastante alarmantes y las pesadillas pueden asustar mucho a un pequeño que aún no puede distinguir imaginación de realidad (así que mucho cuidado al seleccionar qué programas si ve alguno, antes de la hora de dormir)

- Consuela y abraza o carga a tu pequeño en esos momentos. Deja que, si está en edad de poder explicarte y quiere, que te diga con qué soñó, y quédate hasta que esté tranquilo nuevamente. Una vez que lo esté aliéntalo a que duerma nuevamente tan pronto como pueda.

- Tú conoces a tu bebé o a tu niño pequeño y sabes lo que puede necesitar, qué señales da cuando está
cansado y cuando tiene hambre, y, ante cualquier duda sobre las horas de sueño o la alimentación nocturna, lo primero es consultar al pediatra, pero, como en todo en la vida de tu pequeño, necesitas crearle y mantenerle hábitos. El tema del sueño de los pequeños es algo bastante extenso, podemos hablar de errores que se pueden cometer y cómo solucionarlos, de cómo crearles buenos hábitos, de qué sugerencias poner en práctica para ayudar a los pequeños entre 5 meses y 3 años a dormir temprano (Ojito, repito, acá estamos hablando de bebés y niños pequeños, a partir de los 5 meses que ya es recomendable que duerman entre 6 a 7 horas de corrido (los bebés hasta 1 año y después del año ya incrementar de a pocos ese tiempo) sin necesitar alimentarse en ese periodo, antes de esta edad tienen otras necesidades).

- Lo importante es crearle buenos hábitos de sueño a tu pequeño, por su salud y su buen descanso y el tuyo. Es una tarea larga y difícil si no se comienza desde que nace, pero es posible y es lo mejor para tu bebé.



viernes, 4 de abril de 2014

Motivando a tu bebé a gatear




En una clase modelo, una mamita de un bebé de 7 meses me decía que ya lo está poniendo a su bebé a caminar con apoyo, a pesar de que aún no gatea, porque se pone en postura de cuatro puntos pero no avanza y como se frustra al no avanzar, y se mantiene de pie con apoyo (ojo se mantiene, aún no se para bien por sus propios medios), están empezando a “ayudarlo” a caminar. Otra mamita de un bebé de 6 meses que ya se arrastra para donde mejor quiere y se coloca en posición de gateo por algunos segundos, está tratando de motivarlo para que gatee, Una mami me comentaba por la página, que su pequeño está pasando de largo la etapa del gateo, que de frente está empezando a caminar con apoyo; y aunque ya he hablado antes del gateo por aquí y de por qué es tan importante que los niños gateen, decidí ahondar más específicamente en algunos ejercicios para motivar a los pequeños (y darles ideas extras a sus mamis y papis o personas a cargo).

Primero: No está mal que si tu bebé ya está en los 10, 11, 12 meses, y quiere caminar con ayuda, que lo haga, no es malo, al contrario. A los 9 meses ya está perfecto que tu bebé se pare con apoyo, pero también es importante que gatee; así que, si no lo ha hecho, a esconder los andadores y caminadores (sólo por un mes o lo que demore en afianzarse bien el gateo en tu pequeño) y reducir el tiempo en los bouncers o juegos similares que lo tienen al bebé semi parado, semi sentado. (Y una vez afianzado el gateo reducir el tiempo con andadores y caminadores. Los andadores los incluyo únicamente porque sé que hay mamitas que ya los tienen, ya les he dejado en otro post las ventajas y desventajas de los mismos).

IDEAS PARA MOTIVAR Y ESTIMULAR EL GATEO:

Si tu pequeño aún no puede o le cuesta ponerse en posición de cuatro puntos (rodillas y manos apoyadas en  ayudarlo:
el suelo sosteniendo el peso de su cuerpito), lo primero que podemos hacer es
- Con un cojín tubular o un rodillo si lo tenemos
- Con una toalla o mantita enrollada puesta en el suelo debajo de su tronco para ayudarlo a elevarse.
- Colocando al bebé atravesado sobre tus piernas a la altura de tus rodillas y levantarlo elevándolas un poco.
- Con una toalla o manta enrollada alrededor del torso de tu bebé y con los extremos lo suficientemente largos para que tú puedas agarrarlos.


CON EL RODILLO O COJÍN TUBULAR O TOALLA ENROLLADA DEBAJO DE SU TORSO:
Coloca a tu bebé atravesado en el rodillo (cojín o manta enrollada) y con las manos y piernas libres para que pueda apoyarlos al suelo, según muevas un poco el rodillo de dirección. Algunos niños cuando empiezan a arrastrarse y a gatear, lloran o se fastidian con este ejercicio, no es por incomodidad usualmente, si no por temor, no se sienten seguros de cuánto es el espacio que está abajo. Suelen calmarse si tú apoyas una mano en su pecho (entre su pecho y el rodillo) y te agachas lo suficiente para apoyar a tu bebé contra tu pecho en esta postura, mientras lo mueves suavemente hacia adelante y hacia atrás, procurando que ponga las manos y apoye su peso en ellas hacia adelante y lo mismo con las rodillas hacia atrás, adelante poniéndole algún juguetito o un espejo donde pueda mirarte también a ti mientras le hablas, cantas o haces gestos divertidos para que se distraiga. Tu bebé aún no tiene muy buena percepción de vacío y fondo, es decir, él puede ver su alfombra o manta pero no necesariamente sabe a qué distancia está, más aún si no tiene mucha costumbre de estar boca abajo, entonces necesitará sentir contacto contigo para sentirse seguro.

CON TUS PIERNAS: Como si tus piernas fueran el rodillo, pero trata que papá o alguien más te ayude con
el pequeño, eleva las piernas para elevarle el tronco del suelo y procuren que él se apoye sobre las manos y las rodillas según vaya adelante o atrás, esto lo hará sentirse seguro al sentir que está contigo, pero le dará una idea de la altura a la que debería estar su torso al gatear.

CON LA TOALLA ENVOLVIENDO SU TORSO: Elevar al bebé para que tenga idea de la postura parar gatear y ayudarlo a avanzar con la toalla. Ellos tienen el reflejo del movimiento, con esto estás ayudando a un bebé frustrado por no avanzar a lograr precisamente lo que solito aún no puede. Siempre colocando juguetes llamativos no tan a su alcance pero apenas fuera para que se esfuerce y trate de avanzar para alcanzarlos.

SI TU BEBÉ YA SE PONE EN CUATRO PUNTOS PERO NO AVANZA AÚN:

- Colócate detrás de él y pon tus rodillas justo detrás de sus pies, para que sean su punto de apoyo al impulsarse en el arrastre (esto sirve tanto si tu bebé aún no se arrastra como si aún no gatea pero se arrastró, será una postura en la que pueda obtener impulso para avanzar). Coloca un juguete llamativo en su línea de visión, apenas fuera de su alcance, y dale suaves toques con tus dedos en la mano que quieres que avance primero, para que la levante y trate de apoyarse en la otra para impulsarse hacia adelante a alcanzar lo que busca. Tus rodillas le servirán de apoyo, y si ya puede mantenerse bien a cuatro puntos, puedes ayudarlo moviendo sus piernas, recogiendo suavemente hacia adelante una pierna y luego haciendo avanzar la mano contraria y viceversa. De esta manera lograrás que apoye su peso a la vez que levanta una de sus manos para avanzar y así fortalezca sus bracitos.

- Coloca un juguete adelante y luego muévelo suavemente hacia adelante (que apoye todo su peso sobre sus bracitos estirados) siempre con cuidado de poner una mano en su pecho para sostener su peso si pierde el equilibrio y que no vaya a caerse de bruces. Luego muévelo suavemente hacia atrás para que se siente sobre los talones, por consiguiente, todo su peso sobre sus piernas, esto ayudará a fortalecer al bebé que ya se pone en esta postura a mantenerla por más tiempo. Muévelo haciéndole levantar un bracito (por eso es bueno si hay otra persona que ayude al mismo tiempo) forzando a que apoye su peso sobre sus piernas y su otro brazo, y cambiar de brazo moviéndolo hacia el otro lado.

- Coloca a tu bebé en un espacio lo suficientemente amplio para que pueda moverse y sin apoyos cercanos, que los juguetes que uses para motivarlo sean chicos y no sean algo en lo que pueda intentar apoyarse para levantarse del suelo pues puede lastimarse, sobre su pisito o tapiz, y sin apoyos cercanos, para que intente acercarse al juguete que le llama la atención. Es posible que llore o se fastidie, si empieza a fastidiarse debemos ayudarlo a impulsarse y alcanzar el juguete pronto y así aplaudirle y hacerle mimos para que se motive. Si aun así no quiere volver a estar boca abajo lo podemos sentar un momento a jugar, un pequeño descanso hasta que esté calmado y luego otra vez ponerlo boca abajo para que intente agarrar un juguete.

SI TU BEBÉ YA PUEDE FÍSICAMENTE GATEAR PERO NO LE INTERESA MUCHO:
Todo está en los juguetes. Si hay algo que les llame la atención a los bebés es precisamente aquellas cosas que no les dejamos agarrar usualmente, ¿tienes un control remoto que ya no sirva? Sácale las pilas, pega bien la tapa si se puede salir, límpialo y desinféctalo bien y ponlo delante de tu bebé para que intente alcanzarlo.
Si hay hermanitos algo mayores o primitos en la familia, ponlos a jugar y que gateen con él, que otros miembros de la familia gateen con el bebé jugando a “atraparlo”, y que lo motiven a moverse. De esta manera podemos alejar los juguetes de a pocos para que intente seguir avanzando.

CARRETILLA: Para fortalecer los brazos, si tu bebé ya se coloca en cuatro puntos, levanta levemente sus piernas para que apoye su peso sobre los brazos, y posteriormente trate de avanzar así con tu ayuda. Es un ejercicio para que fortalezca los músculos de brazos y le ayuda a tener otra perspectiva de su espacio en el gateo.

CARRERAS: ¿Recuerdas el punto de involucrar a otros miembros de la familia? Si tienes amigas o familiares con bebés en edades similares, que ya gatean, júntenlos de vez en cuando y que hagan “carreras” de gateo los bebés, motivándolos con juguetes y retrocediendo de a pocos, esto motivará a tu bebé a avanzar y tratar de moverse como los otros.

DIFICULTADES: Si ya gatea bien en plano pero se aburre y por eso ya quiere caminar pero aún no está en edad. Ponle dificultades. ¿Te acuerdas del post de juegos sensoriales? Revisa el túnel de cartón y el circuito de texturas y combina diferentes cajas con cintas y medias y pitas de colores (nada que se deshilache ni que pueda salir fácilmente, recuerda que tu pequeño se mete aún todo a la boca), y ponle alturas distintas con cojines al circuito de texturas, ponle obstáculos como almohadas que tenga que trepar y pasar por encima, esto hará del gateo algo más interesante y más divertido para tu bebé y lo ayudará a entretenerse con la experiencia.

Por último y muy importante: PACIENCIA Y PERSEVERANCIA. No está mal que tu bebé se pare con apoyo, ni que quiera caminar, pero es importante, MUY importante que gatee. Si lo tenemos en el suelo jugando y quiere ayuda para pararse hay que darle gusto y ayudarlo y sostenerlo; de la misma manera luego hacer más juegos para gatear. Una cosa no excluye a la otra, pero si tu bebé aún no gatea o no quiere gatear casi y de frente quiere empezar a caminar con apoyo, deja de hacerlo caminar sólo por un breve tiempo, entretenlo con muchas otras cosas, celébrale los logros así sólo gatee dos pasos y luego se siente. Si se cansa y quiere que lo carguen un rato, hazlo, y luego otra vez a gatear. Hasta que esté afianzado el gateo, al no tener otra forma de fácil desplazamiento (si mamá ya no lo ayuda a caminar y no hay andadores ni caminadores a la mano va a empezar a gatear para desplazarse). Y una vez que ya gatee ya le será mucho más fácil ponerse de pie con apoyo pero con sus propios medios, y poco a poco empezará a dar sus pasos con este mismo apoyo. El gateo le ayudará a fortalecer piernas y brazos y al reflejo de poner las manos por delante para apoyarse, así si pierde el equilibrio mientras camina, será algo más fácil que lo recupere y tenga menos caídas feas en el proceso.

Si mamá o papá trabajan todo el día y sólo tienen la noche, un momento para hacer esto, háganse un ratito para gatear con el pequeño, y a la persona que pase la mayor parte del día con él/la bebé, darle los ejercicios para que los haga cada vez que pueda durante el día. Lo importante acá es la perseverancia y que sigamos con los ejercicios y todos en casa de acuerdo con dejar de ayudar a caminar al bebé sólo por un breve tiempo, así como en esconder andadores, caminadores y pasar menos tiempo en ellos y en el bouncer. Recuerda que será sólo por un tiempo, para motivar al pequeño a esta nueva forma de movimiento.